viernes, 11 de noviembre de 2011

El origen del miedo

El miedo es una emoción dolorosa, producida por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y que está acompañada por el deseo de evitarlo y de escapar de él. Es un instinto común a todos los seres humano del que nadie está completamente libre. Nuestras actitudes ante la vida están condicionadas en gran medida por esos temores que nacen de nuestro interior, en grados tan diversos que van desde la simple timidez hasta el pánico desatado, pasando por la alarma, el miedo y el terror. 

El tener miedo permanentemente impide ser uno mismo, impide desenvolvernos con naturalidad, y hasta llega a ser preocupante, como por ejemplo, las personas que temen salir de sus casas, o que temen contagiarse enfermedades.

Imagínate que vas caminando de noche por una calle oscura y de pronto te parece que alguien te está siguiendo. Miras hacia atrás y ves que efectivamente viene una persona caminando detrás tuyo. Entonces comienzas a tener miedo de que te alcance y te asalte, te imaginas que además de asaltarte puede hacerte daño. Si eres mujer piensas que hasta puede violarte. Y como consecuencia de todo ellos, al notar que la otra persona acelera el paso, comienzas a sufrir cada segundo hasta que el otro finalmente pasa por al lado tuyo sin siquiera dirigirte una mirada.

Muchos miedos son reales porque existen en cuanto a sentimientos, tu sientes ese miedo, pero son solo producto de pensamientos negativos. Y la verdad es que la mayoría de los miedos que sufrimos a diario son fruto de ellos.
Cuando los pensamientos de enfermedad, accdidente, muerte, etc, vienen a nuestra cabeza, debemos aprender a eliminarlos antes de que puedan tomar control sobre nosotros. Nuestra vida es el producto de nuestros pensamientos y quien tiene pensamientos aterrorizantes solo puede esperar sufrir miedo.

A los seres humanos se nos hace daño desde la infancia. Todos hemos padecido la presión, con su sentido de la recompensa y el castigo. Se nos dice algo que nos causa enojo y nos lastima. Se nos hiere desde la infancia y por el resto de nuestra existencia cargamos con esa herida, temerosos de que se nos vuelva a hacer daño o tratando de que no se nos hagan daño, viviendo una forma de resistencia. Nos damos cuenta, de estas heridas y que por ellas creamos una barrera alrededor de nosotros, la barrera del miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario